Heaven in Spain es una comunidad de personas que oran, declaran de manera profética y trabajan para traer el reino de los cielos a España. Apoyamos y construimos iglesias locales, empresas y otras organizaciones para alcanzar su llamado para traer el Cielo a la Tierra.
Jesús enseñó a la gente a orar en Mateo 6:9-10 - «Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo». Su plan para España es para que sea como el cielo en la tierra. El cielo es un lugar de amor total, comunidad, salud y abundancia en todas las cosas.
Nuestros tres focos son (1) orar, (2) promover y unirnos al declarar palabras proféticas del Padre sobre individuos, empresas y nación, y (3) llevar la enseñanza del Reino a iglesias, empresas y otras organizaciones del Reino .
Jesús enseñó a la gente a orar en Mateo 6:9-10 - «Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo». Su plan para España es para que sea como el cielo en la tierra. El cielo es un lugar de amor total, comunidad, salud y abundancia en todas las cosas.
Nuestros tres focos son (1) orar, (2) promover y unirnos al declarar palabras proféticas del Padre sobre individuos, empresas y nación, y (3) llevar la enseñanza del Reino a iglesias, empresas y otras organizaciones del Reino .
OraciónLa oración es esencial en el cambio de la atmósfera espiritual de España para que sea receptiva al evangelio del Reino. A lo largo de la historia de la iglesia, los avivamientos y movimientos del Espíritu de Dios se canalizaron a través de la oración organizada de los creyentes.
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Declaración proféticEl Espíritu Santo trae palabras específicas para España para que nosotros las afirmemos y declaremos sobre España. Tenemos promesas de la Escritura y de profetas reconocidos para unirse para declarar sobre el país.
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Enseñanza del ReinoLos primeros versículos del libro de los Hechos nos dicen que el Jesús resucitado pasó 40 días enseñando el reino a los primeros discípulos. Incluso después de más de tres años enseñando a los discípulos, tenían que dedicar tiempo a entender aún más el reino
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